Wednesday, December 11, 2013

Madre de America... Madre de Francisco

Hace 482 años en la mañana, la Madre de Dios se reveló a la corazón de este continente.

Pero solamente ahora, este 11 de diciembre significa una fiesta suya en una realidad sin ninguna precedente: por el primer tiempo, celebramos la Emperatriz de la una America en junto con un Papa americano, de un Papa llamado de nosotros.


(Four hundred eighty-two years ago tomorrow, the Mother of God revealed herself at the heart of this continent.

(Yet only now, this 11th of December marks her feast amid a reality for which there is no precedent: for the first time, we celebrate the Empress of America together with an American Pope, one called from among us.)

En solo, eso sería una coincidencia monumental. Pero está más – en un homenaje tan emocional a la Morenita de Tepeyac, al fin de noviembre el Papa Francisco mandó su primer regalo del honór más alto que puede dar a una mujer, la Rosa de Oro, establecido hace un milenio, ni a su patrona nativa de Luján ni al su queridísima Madre Aparecida en Brazil, pero a la Virgen de Guadalupe, Reina de México, y por sus hijos venidos aquí, la Fuerza del Futuro de esta Fé en estos Estados. Y ahora
, que su selección como "La Persona del Año" vino hoy, en la noche de esta fiesta, es algo en cual podemos ver la Providencia di Dios.

(Just on its own, it'd be a monumental coincidence. But there's more – in an emotional homage to the "Brown Lady" of Tepeyac, at November's end Pope Francis sent his first gift of the highest papal honor for a woman, the millennium-old Golden Rose, neither to his native Madonna of Luján or his cherished Brazilian Mãe Aparecida, but to Our Lady of Guadalupe, Mexico's queen and, thanks to her own who've come among us, the Driving Force behind this Faith's future in these States. And now
, that his selection as "Person of the Year" came today, on the vigil of this feast, is a confluence in which we can see the Providence of God.)
Con su obsequio a la Virgencita, el Obispo de Roma – hijo de inmigrantes y sus luchas, un padre entre los pobres quien se ha consagrado al servicio de los que sufren en las periferias – ha mostrado su identificación deseado: no como argentiniano, pero como un Papa de toda la una America, del Norte y del Sur, y con esto, que este pueblo encuentre para partir esa unidad que es la voluntad de Jesus por su Iglesia.

En esta noche más sagrada, cuando la Familia de Dios entre nosotros es nacido otra vez, miramos a la nuestra Madre común, que todos nosotros en junto sepamos esta gracia.


(With his gift to Guadalupe, the Bishop of Rome – son of immigrants and their struggles, a father of the poor who's consecrated himself to the service of those who suffer at the outskirts – has manifested his desired identity: not as an Argentine, but as a Pope of the one America, North and South, and with it, that this people might come together to share that unity which is Christ's will for his Church.

(On this most sacred of nights, when God's Family among us is born again, let us look to the Mother we share, that all of us together might know this grace.)

Virgencita de Guadalupe, gracias por todos tus milagros – proteja nuestro Padre Santo y toda la vida nueva que has dado a este país en el hueco de tu manto....

Madre de America, ¡ayudanos!




* * *
Para significar las celebraciones, al concluso de su Audiencia General de hoy, el Papa – hablando en español – ha dado esta mensaje siguiente a toda la Iglesia en America en su fiesta patrona....
Mañana es la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de toda América. Con esta ocasión, deseo saludar a los hermanos y hermanas de ese Continente, y lo hago pensando en la Virgen de Tepeyac.

Cuando se apareció a san Juan Diego, su rostro era el de una mujer mestiza y sus vestidos estaban llenos de símbolos de la cultura indígena. Siguiendo el ejemplo de Jesús, María se hace cercana a sus hijos, acompaña como madre solícita su camino, comparte las alegrías y las esperanzas, los sufrimientos y las angustias del Pueblo de Dios, del que están llamados a formar parte todos los pueblos de la tierra.

La aparición de la imagen de la Virgen en la tilma de Juan Diego fue un signo profético de un abrazo, el abrazo de María a todos los habitantes de las vastas tierras americanas, a los que ya estaban allí y a los que llegarían después.

Este abrazo de María señaló el camino que siempre ha caracterizado a América: ser una tierra donde pueden convivir pueblos diferentes, una tierra capaz de respetar la vida humana en todas sus fases, desde el seno materno hasta la vejez, capaz de acoger a los emigrantes, así como a los pueblos y a los pobres y marginados de todas las épocas. America es una tierra generosa.

Éste es el mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe, y éste es también mi mensaje, el mensaje de la Iglesia. Animo a todos los habitantes del Continente americano a tener los brazos abiertos como la Virgen María, con amor y con ternura.

Pido por todos ustedes, queridos hermanos y hermanas de toda América, y también ustedes recen por mí. Que la alegría del Evangelio esté siempre en sus corazones. El Señor los bendiga y la Virgen los acompañe.

Following is the English translation of a greeting given at today's General Audience by the Pope – who, in a rarity for Rome, spoke in Spanish – addressed to the entire Church on the American continent to mark its patronal feast:
Tomorrow is the feast of Our Lady of Guadalupe, the Patroness of the Americas. I would like to greet all my brothers and sisters on that continent, and I do so thinking of the Virgin of Tepeyac.

When Our Lady appeared to Saint Juan Diego, her face was that of a woman of mixed blood, a mestiza, and her garments bore many symbols of the native culture. Like Jesus, Mary is close to all her sons and daughters; as a concerned mother, she accompanies them on their way through life. She shares all the joys and hopes, the sorrows and troubles of God’s People, which is made up of men and women of every race and nation.

When the image of the Virgin appeared on the tilma of Juan Diego, it was the prophecy of an embrace: Mary’s embrace of all the peoples of the vast expanses of America – the peoples who already lived there, and those who were yet to come.

Mary’s embrace showed what America – North and South – is called to be: a land where different peoples come together; a land prepared to accept human life at every stage, from the mother’s womb to old age; a land which welcomes immigrants, and the poor and the marginalized, in every age. A land of generosity.

That is the message of Our Lady of Guadalupe, and it is also my message, the message of the Church. I ask all the people of the Americas to open wide their arms, like the Virgin, with love and tenderness.

I pray for all of you, dear brothers and sisters, and I ask you to pray for me! May the joy of the Gospel always abide in your hearts. May the Lord bless you, and may Our Lady be ever at your side.
FOTO: Mons. Samuel Aquila (@ArchbishopDen)/Twitter

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